Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés
sábado, 10 de marzo de 2012
Callaba sus miradas.
Mecía su desacuerdo en silencio para que nadie la interrumpiera,
se encontraba cansada de tantas incongruencias.
Nadie hablaba en alto, nadie saltaba por encima del suelo,
todos cavilaban sobre las nimiedades que florecían en la áspera rutina,
vástagos de una sociedad seca sujeta por las pinzas
roídas sobre cuerdas imperfectas.
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