Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
El miedo es la prisión de nuestra alma.
A veces, sin quererlo, lo que un día fue grande se va perdiendo, y cuando llega el fin, es tremendamente escalofriante, si ha habido amor antes...
El miedo es la prisión de nuestra alma.
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