Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
La llama constante amagó con apagarse.En ese instante la calma se volvió ceniza.Del letargo emergió una centella:el origen, la esencia; como provocación,donde resurge el eterno y verdadero amor..
La llama constante amagó con apagarse.
ResponderEliminarEn ese instante la calma se volvió ceniza.
Del letargo emergió una centella:
el origen, la esencia; como provocación,
donde resurge el eterno y verdadero amor..