Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés
miércoles, 7 de septiembre de 2011
Libérate.
Huye alma,
rompe la muralla de este cuerpo
y sumérgete en lo eterno.
Como si se tratase
de una serendipia,
recréate en el encuentro,
forma parte del universo.
Fugate con lo auténtico.
Abandona la envoltura y traje
que te condenan al desconcierto;
donde quedan los deseos y,
el corazón bombea para
mantener cuerdos a pulmones,
hígado y cerebro.
Escapa a la síntesis energética,
donde principio y fin
se enfrentan,
en un todo completo.
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