Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés
lunes, 7 de marzo de 2011
Distancia.
Agonía deslizante a brote de dolor.
Invasión recurrente de cadenas irracionales.
Grito del alma por la necesidad incesante
de tenerte a mi lado.
Sendas cristalinas como expresión
de un sentimiento.
Emoción encarcelada por la prisión
del tiempo.
Y mientras, la distancia,
intenta poner a prueba nuestro deseo.
Etiquetas:
distancia amor
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