Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés

domingo, 27 de marzo de 2011

Secreto.



Sus mejillas se encontraban en remojo,
sus ojos bailaban en el mar de lágrimas del recuerdo,
y pude observar, como le temblaban las piernas
al encontrarse conmigo.

Sus labios, incapaces de articular palabra,
no hicieron falta para conversar,
iniciamos el diálogo de las miradas,
naciendo a brote sentimientos de reencuentro
incapaces de frenar las ganas.

Prefería el silencio del sentir,
el gesto teñido de complicidad y confianza
que nunca se había borrado,
al ruido de las palabras incordiantes,
sobrantes, en la conexión con mi otra parte.

El resto, fueron espirales de abrazos,
que conversaban con las caricias del alma,
con la intención de hacer un paro en el tiempo,
para disfrutar al máximo de los sentimientos.

.





Y se acercó con la intención de contarme un secreto,
un secreto que yo ya sabía,
nuestro secreto.

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