Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés

domingo, 12 de junio de 2011

Conocerte.



Como el frenesí más espeluznante,
fue la ingesta de tu sustancia.
Liberándome de esta apatía,
que día a día alargaba su estancia.

La euforia crispante rompía la estructura 
como un proceso a brotes, 
definiendo la inexactitud de la curvatura.

Y tú, prescindible anteriormente,
te convertiste en una pieza esencial,
capaz de adherir a mi cuerpo
una constante necesidad.




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