Las cosas no son porque existan, son porque se sienten, porque alguien las retiene, las recuerda, les da vida...
Existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés
sábado, 28 de mayo de 2011
Poder.
Lanzas heladas con el filo de cristal,
atraviesan el sentir de tus palabras.
Se clavan profundamente,
donde quedan estancadas,
erguidas, inflexibles,
defendiendo el asentamiento
que intencionadamente
tu ya habías premeditado.
Resquebrajan a tiras,
de forma inestable,
esta piel que obedece
a emociones.
Fríamente,
arrancando el calor
de un sentimiento.
La obtención de la sumisión,
es el objetivo
de la inmadurez de tu ego.
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